El apoyo de la Comisión Europea para la elaboración de esta publicación no implica la aceptación de sus contenidos, que es responsabilidad exclusiva de los autores. Por tanto, la Comisión no es responsable del uso que pueda hacerse de la información aquí difundida.

El Programa EmocionArte es un proyecto transnacional cuyo objetivo es favorecer la integración y la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad a través del arte. Demostrar que no son “discapacidades”, sino diversas capacidades. En esto el arte es un gran igualador, puesto que es un conjunto de disciplinas donde romper las normas es una ventaja como han demostrado diferentes movimientos, corrientes y escuelas que en su momento fueron rompedores como el cubismo, dadaísmo, surrealismo…

Por eso el programa se centra en el trabajo con estos centros y en normalizar su integración. Pero no sólo eso. Al ser un trabajo en red entre 6 países europeos, y pese a compartir metodología, una de las bases es compartir las buenas prácticas. Aquellos elementos que han funcionado en cada uno de esos países para compartir, aprender y replicar los casos de éxito.

Hoy queremos abrir una serie de reportajes sobre este hecho, el compartir las buenas prácticas que es, además, el primer objetivo declarado del programa:

  1. Compartir buenas prácticas de capacitación con menores con discapacidad y generar modelos referentes que se puedan replicar para mejorar la inclusión de estos colectivos desde el arte, que contribuyan a garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, en línea con el ODS 4. Implicamos a 15 centros, con especialistas de diferentes áreas (docentes, trabajadores sociales, educadores…) y diferentes administraciones (ayuntamientos, consejerías de políticas sociales, educación, cultura y universidades), para tejer una red que permita apoyar y sostener proyectos inclusivos para que la sociedad vea el potencial de estas personas.

En el primer caso que compartimos se trata de la inclusión a través de la danza. Hablamos de un espectáculo público realizado con escolares en el Teatro Romea de Murcia que demostró cómo es posible la inclusión mediante la participación de un centro de educación especial junto a otros 6 centros educativos.

La actuación de los alumnos y alumnas del CEE Reina Sofía de Murcia fue indistinguible, en cuanto calidad, precisión y amor por el detalle, de la del resto de centros.

Una prueba irrefutable de que el arte es una vía de normalización de las diferencias. Y un canto a las mismas, porque nos enriquecen.

El Programa es posible en el CEE Reina Sofía y dentro del programa EmocionArte cofinanciado por el Programa Erasmus+ de la Unión Europea. Además ha participado y colaborado también la Consejería de Educación, Formación Profesional y Empleo de la Región de Murcia y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de su convocatoria del 0,7%.

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