El arte no sólo es un elemento estético, emocional o transformador. Es una excelente herramienta inclusiva e, incluso, terapéutica que justifica plenamente su uso en el programa EmocionArte que se está desarrollando de forma simultánea en siete países europeos gracias a las sinergias establecidas entre diferentes entidades y centros educativos de personas en riesgo de exclusión por diferentes motivos.
En el caso de España, nos hemos centrado en personas con diversidad funcional para demostrar que el arte es un gran igualador. Quizás lo más llamativo son los diferentes espectáculos EMOCIONARTE que se han llevado a cabo y de los que hemos dado cumplida cuenta. Pero hay muchos más trabajos y disciplinas que han favorecido el trabajo de estos chicos y chicas y demostrado que las diferencias, siendo reales, no son tan limitantes como muchas veces creemos, y que las “discapacidades” están, en muchas ocasiones, más presentes en los ojos del que mira que en la realidad.
Para eso las artes plásticas son un estupendo referente. Al contemplar la oba terminada es imposible saber qué condiciones o capacidades tenía el autor (salvo que sea extremadamente conocido) y sólo nos queda la emoción que nos provoca y el gusto que nos produzca. Algo así ha querido trabajar nuestra artista de artes plásticas, Blanca Dacal con los chicos y chicas del CEE San Cristóbal de Asturias a través de la técnica del collages y con la inspiración en el trabajo de Matissee como ella misma nos refiere :
“CEE SAN CRISTÓBAL, uniones de formas, elementos que conforman nuevas imágenes, con la técnica de collage. “
El programa es posible gracias a la colaboración del del Programa Erasmus+ de la Unión Europea, el Ministerio Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la Consejería de Educación del Principado de Asturias, la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Principado de Asturias y a la participación del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 a través de su convocatoria del 0,7%.
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