Cada persona tiene una visión de las cosas, a veces decidimos expresarlo de forma activa y otras de forma indirecta. Desde el programa EmocionArte nos gusta conocer de primera mano las impresiones de los asistentes a los encuentros y reuniones periódicas que celebramos para intercambiar ideas, experiencias… en esta ocasión contamos con la visión de una de las artistas de la rema húngara del programa, hablamos de la actriz Barbara Ágh que nos cuenta esto:
En marzo, pasamos dos días en Alemania representando a MUS-E Hungría, ¡y visitamos tres ciudades de inmediato! Pasamos la mayor parte del programa en St. Martin en Düngenheim, visitamos un jardín de infancia mágico en Kaisersesh y nos quedamos en la ciudad de cuento de hadas de Cochem, rodeada de colinas a lo largo del río Mosela.
Los dos días pasados en el Centro Educativo St. Martin fueron para nosotros como una utopía (por supuesto, los organizadores enfatizaron que lo que logramos crear en esta institución es verdaderamente único en toda Europa, y tal vez incluso en todo el mundo). La división de Düngenheim se fundó en 1966 como parte de las Hermanas de la Santa Cruz de Estrasburgo. Actualmente, sus servicios incluyen guarderías, escuelas, cuidados tradicionales para niños, jóvenes y ancianos, asistencia a discapacitados y centros de acogida en unas 40 localidades de Renania-Palatinado y Sarre. Las instalaciones de St. Martin acogen a niños, jóvenes y sus familias y se adaptan a sus necesidades. Uno de los pilares de su misión es acercar a las personas, especialmente a aquellas que necesitan ayuda, para que se sientan aceptadas y apoyadas. También pretenden hacer tangibles los valores cristianos en la vida cotidiana y tratarse unos a otros con respeto en sus instalaciones y ministerios, aceptar las diferencias de cada uno y así crear una comunidad cristiana de servicio y vida.
Durante nuestra visita tuvimos la oportunidad de realizar un taller de teatro musical titulado “Las Estrellas de la Osa Mayor” para los niños que crecen en la institución. El objetivo de nuestro taller fue la aceptación de los demás y de nosotros mismos, ya que las constelaciones sólo se dibujan cuando cada estrella está presente con su propia singularidad, por lo que muchas unidades pequeñas forman un todo grande.
Quizás la mayor magia fue la apertura y hospitalidad de los niños. Durante las muchas experiencias juntos, nos dieron la oportunidad de conocerlos mejor, tuvimos una clase de hip-hop juntos, jugamos al juego de mesa EMOCIONARTE que idearon juntos y hasta nos recibieron con sándwiches, pasteles y refrescos. especialidades concebidas por ellos y elaboradas por ellos en el marco del Festival EmocionArte. Después de haber experimentado todo esto, tengo la impresión de que los principios del Instituto St. Martin en Düngenheim funcionan tan bien que incluso los niños de entornos desfavorecidos y/o con discapacidades pueden existir en felicidad, amor y aceptación en el entorno adecuado.
EmocionArte es posible gracias a la colaboración del Programa Erasmus+ de la Unión Europea
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