El apoyo de la Comisión Europea para la elaboración de esta publicación no implica la aceptación de sus contenidos, que es responsabilidad exclusiva de los autores. Por tanto, la Comisión no es responsable del uso que pueda hacerse de la información aquí difundida.

Cuando comenzamos esta serie de reportajes acerca de las buenas prácticas y casos de éxito para inspirar el programa EmocionArte, siempre hemos hablado de centros de educación especial que son un ejemplo de cómo se trabaja desde el arte con personas con diversidad funcional.

Ejemplos, todos ellos, que demuestran que no existen las discapacidades, sino otras capacidades que son, simplemente, diferentes. ¿A veces inhabilitantes para algunas cosas? Sin duda. Pero eso no significa que no puedan comunicarse los mismos sentimientos, actitudes y pensamientos de otra forma. Diferente.

Hoy, queremos ir un paso más allá.

Porque el arte no es sólo la obra individual, sino que se convierte en colectividad para tener un efecto en la sociedad. Por ejemplo, si sólo tuviésemos a “Las señoritas de Avignon” de Picasso, no podríamos hablar de cubismo. Es el conjunto de obras y autores diferentes lo que generó el cambio de paradigma del arte figurativo, no únicamente una obra de un autor (por muy primordial que sea).

Es en ese sentido donde se busca el trabajo en red desde EmocionArte. El ser capaces de crear un universo compartido de experiencias artísticas, compañías, grupos y fuerza creativa de personas de centros de educación especial que realmente marquen las diferencias e influyan y transformen sus sociedades.

 

Sin duda, también tenemos un ejemplo de éxito en este campo en la Comunidad Autónoma de Extremadura en España y que compartimos con toda la red internacional del programa. Y es que esta región española se ha convertido en pieza clave en el desarrollo del programa EmocionArte como ejemplo de éxito y como meta aspiracional. Compartimos ahora una muestra de trabajos de diferentes centros de educación especial. De sus actuaciones en teatros de la región donde sus espectáculos no sólo han cosechado alabanzas, sino que han supuesto el mejor ejemplo de lo que puede conseguirse con el uso del arte y las diferentes capacidades del ser humano.

 

Los CEE Proa y CEE Ponce de León participan programa EmocionArte cofinanciado por el Programa Erasmus+ de la Unión Europea. Además ha participado y colaborado también la Consejería de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de su convocatoria del 0,7%.

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